Para este proceso hay cuatro etapas claves:
1. Capturar los datos: A través de sensores, los dispositivos de IoT capturan datos de sus entornos. Pueden ser datos simples como la temperatura o datos complejos como el movimiento de una atracción en un parque de diversiones.
2. Compartir los datos: Usando las conexiones de red disponibles, los dispositivos de IoT comparten los datos obtenidos través de una nube pública o privada, según se indique.
3. Procesar los datos: En este paso, el software es programado para que haga algo en base a esos datos, como encender algún dispositivo o enviar una advertencia.
4. Actuar a partir de los datos: Se analizan los datos acumulados de todos los dispositivos de una red de IoT. Esto brinda información estratégica de gran utilidad para fundamentar acciones y decisiones de negocio confiables.