Inteligencia de Negocios en el área de ventas: 4 ventajas de implementarla
1. Atracción y retención de clientes
Permite un mejor conocimiento del mercado para lograr decisiones comerciales más acertadas. Tiene como prioridad el crecimiento de los ingresos a través de la consecución de nuevos clientes. Además, mejora la relación con los existentes. Brinda un mayor conocimientos del mercado y sus dinámicas, dejando al descubierto las constantes transformaciones que sufre el mismo, así como las capacidades de la organización frente a esos cambios. Además, brinda la posibilidad de fidelizar la base de clientes con los que se cuenta, al conocerlos de una manera mucho más acertada y precisa a través del análisis de los datos que se recopilan.
2. Enfoque a mejores decisiones y productos
Logra una visión acertada de los mejores clientes y productos para mejorar la rentabilidad, optimizar los procesos de ventas y adecuar la oferta al mercado y a los escenarios vigentes para hallar relaciones entre costos y beneficios. Esto, identificando los segmentos de mercados en los que se pueda incursionar, la mejor manera de acceder a ellos y la adecuación de los procesos internos para poder suplir las necesidades que se logren identificar a corto, mediano y también a largo plazo.
3. Visión de los riesgos
Genera una visión interactiva y consolidada para facilitar la visualización y análisis completos de los datos, para visualizar y responder rápidamente a los cambios del mercado. Además, genera informes predictivos hacia el futuro. Al generar un ambiente colaborativo, en el cual se encuentran los datos de manera ágil, con mayor capacidad de acceso y además con una actualización en tiempo real, abre la posibilidad a las organizaciones para poder identificar de forma temprana los posibles errores y riesgos que se puedan presentar, tanto a nivel interno como externo y así poder tomar los correctivos y acciones necesarios en el menor tiempo posible.
4. Identifica las oportunidades de ventas
Permite utilizar los datos de los clientes para mejorar los canales y modelos de venta tradicional. Así, se optimizan y racionalizan las operaciones existentes. Identificando de forma más concisa, plena y efectiva a los clientes y sus necesidades, además de sus comportamientos, facilita que se puedan tomar acciones rápidas para lograr penetrar en nuevos mercados, mantener los que ya se poseen, pero sobretodo siempre evolucionar las estrategias para que mantengan a las organizaciones al ritmo de los movimientos frenéticos y cambiantes de las industrias en las que se desempeñan.
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