Los campos de aplicación de esta tecnología son diversos, el Business & marketing School (ESIC) en su artículo El internet de las cosas y sus aplicaciones, describe puntualmente diversos usos de los cuales nos beneficiamos de esta tecnología como lo son:
Smart Home: Convertir una casa en inteligente es probablemente la aplicación IoT de éxito más popular en este momento.
Wearables: Relojes, pulseras y gafas inteligentes nos ofrecen nuevas oportunidades de interactuar con nuestro entorno. Nos permiten conocernos mejor, por ejemplo, midiendo nuestras biométricas para incrementar nuestro rendimiento deportivo o salud.
Sector industrial y manufacturero: La incorporación de sensores IoT, inteligencia artificial y wearables permiten una disminución significativa de tiempos de proceso, mejora en la seguridad de empleados y desplazamiento en la resolución de incidencias.
Ciudades Inteligentes (Smart Cities): El IoT tiene el potencial de transformar ciudades enteras resolviendo problemas reales a los que los ciudadanos enfrentan cada día. Con el uso de sensores y datos adecuados, podemos resolver problemas de congestión del tráfico, delincuencia y contaminación.
Coche conectado: Estos vehículos están equipados con acceso a Internet y de sensores de movimiento, proximidad y cámaras. Permiten no solo poder realizar una conducción autónoma, también dar soporte al conductor si se necesita una reparación.
Agricultura: Los agricultores están comenzando a implementar tecnología de riego que combina aspersores inteligentes y repositorios de datos sobre los cultivos y las condiciones del suelo. Aprovechan la información meteorológica para determinar la fecha y método de plantación de semillas.
Retail: Una aplicación en Internet de las Cosas (IoT) que aparece para resolver el problema de autenticación, localización y pago en comercios, son los Beacons, pequeños sensores con tecnología bluetooth que se comunican con dispositivos inteligentes tales como smartphones, tablets, o smartwatches, entre otros.