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La oficina del futuro y su relación con el tema digital

«La tecnología está configurada para cambiar completamente la naturaleza de su trabajo.”

¿Cómo se está preparando para el trabajo del futuro? ¿La digitalización creará más o menos trabajos?

Por supuesto, vivimos y trabajamos en la era digital, pero el cambio que hemos experimentado hasta ahora es solo la punta del iceberg.

El impacto potencial de la digitalización en el empleo no solo concierne al crecimiento explosivo de robots inteligentes, sino también a la influencia significativa que los datos y la inteligencia artificial tendrán en nuestro trabajo.

Existe un fuerte y animado debate sobre la velocidad a la que están desapareciendo los empleos actuales y hasta qué punto el crecimiento de la productividad digital conducirá a nuevos empleos.

Los expertos tienen posiciones variadas sobre lo que sucederá con el tamaño de la fuerza laboral, el tiempo para el cambio y las habilidades necesarias para los trabajos del futuro.

Pero están de acuerdo en una cosa: la naturaleza del trabajo cambiará drásticamente en todos los niveles.

Ampliación o contratación
El trabajo manual, como el realizado por conductores y mecánicos, está disminuyendo debido a la llegada de vehículos y robots autónomos.

Los trabajos administrativos y de servicio al cliente están disminuyendo debido a los algoritmos de autoaprendizaje.

Y las carreras altamente calificadas en derecho y medicina, están cambiando debido a la inteligencia artificial.

El optimista cree que, al igual que en la primera Revolución Industrial, una mayor productividad laboral aumentará la demanda de trabajo.

El pesimista dice que habrá menos trabajo, porque los frutos del crecimiento de la productividad beneficiarán solo a un pequeño grupo. Habrá excedentes de mano de obra y los salarios caerán, afectando negativamente el consumo y el crecimiento.

¿Cuál lado es el correcto?
Un estudio de Boston Consulting Group analizó cómo la transformación digital influirá en las oportunidades de empleo del sector industrial en Alemania.

Su informe examinó los efectos del mundo digital en diez procesos industriales importantes y la medida en que aumentará la productividad en dichos procesos.

En el escenario más probable, la digitalización llevaría a un aumento del 5% en el crecimiento del empleo para 2025, en las 23 industrias analizadas, esto teniendo en cuenta que la naturaleza del trabajo cambiará drásticamente.

Las predicciones pesimistas provienen de científicos y futurólogos como el empresario de Silicon Valley Martin Ford en The Rise of the Robots, así como Andrew McAfee del MIT y Erik Brynjolfsson en The Second Machine Age.

Su argumento es que la productividad laboral ciertamente aumentará, pero solo un grupo muy pequeño de personas se beneficiará de esta: aquellos que tienen los bienes de capital, pero principalmente aquellos que controlan datos, algoritmos y derechos intelectuales.

Los trabajadores apenas se beneficiarán, por lo que el consumo no crecerá, e incluso existirá una amenaza de deflación.

Rápido o lento
Un elemento que ha recibido poca atención con respecto al futuro del trabajo, es la velocidad con la que se llevarán a cabo estos cambios.

Cuanto más lento sea el cambio, más tiempo tendrán las personas para ajustar sus habilidades y presentar nuevas ideas para el trabajo. Un cambio lento reducirá el riesgo de un excedente de solicitantes de empleo.

Los datos sobre el envejecimiento llevan a los expertos a creer que, en las próximas décadas, necesitaremos un crecimiento de productividad promedio del 1 por ciento cada año para compensar la pérdida en el número de personas empleadas.

Con un lento crecimiento de la productividad, la fuerza laboral sigue siendo bastante escasa y, por lo tanto, está bien pagada.

Otra visión de la velocidad de cambio se refiere principalmente a que el impacto de los robots y la inteligencia artificial en el trabajo se desarrollará a un mismo ritmo increíblemente rápido.

El McKinsey Global Institute publicó recientemente el estudio «Un futuro que funciona: automatización, empleo y productividad». Este estudio contiene un análisis detallado de las tecnologías que pueden reemplazar o mejorar las habilidades humanas y cómo estas impactarán a varios grupos profesionales.

La velocidad de este reemplazo no solo depende de la viabilidad técnica. También está influenciado por el costo de desarrollar e introducir aplicaciones. Los beneficios económicos de la innovación, como el ahorro en los costos, así como las barreras sociales y reglamentarias, también desempeñarán un papel importante.

Lecciones para el trabajo futuro
Al igual que con cualquier estudio del futuro, no podemos saber ningún resultado con seguridad.

El desafío para los responsables políticos y los líderes empresariales es desarrollar escenarios y formular una política proactiva que permita la adopción gradual o rápida de la digitalización en el lugar de trabajo.

En ambos casos, los principales desafíos son:

1) que los beneficios del crecimiento de la productividad digital se compartan de manera justa,

2) que la transición se gestione de la mejor manera posible y 3) que se cree un nuevo trabajo útil.

En el caso de una transición gradual, el énfasis debe estar principalmente en el reciclaje, el avance del espíritu empresarial y la prevención del desequilibrio de poder. En los próximos años, casi todos tendremos que aprender esencialmente nuevas habilidades.

Esto no significa automáticamente que todos tendremos que convertirnos en programadores o analistas de big data; sin embargo, será importante comprender los conceptos básicos, por lo que debemos trabajar con los expertos en estos campos.

Finalmente, en el mundo digital, el riesgo es que la mayor parte de los datos y la inteligencia artificial terminen en manos de uno o dos jugadores.

Corresponderá a los responsables de las políticas prevenir que estos jugadores obtengan una participación de mercado y beneficios desproporcionados.

Los próximos años serán verdaderamente emocionantes. Será necesario tomar decisiones estratégicas importantes que determinarán el futuro del trabajo, todo frente a la incertidumbre.

Será más importante que nunca que los líderes sean abiertos y proactivos en lugar de caer en una batalla dogmática de principios.

Original escrito por Annet Aris, profesora principal de estrategia en INSEAD



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