Una vez que introducimos el término, pasamos a explicar los beneficios que esta técnica aporta la organización resaltando dos beneficios fundamentales.
Primero, nos permite convertir datos cualitativos y sensibles en datos cuantitativos que permiten valorar ciertos aspectos del comportamiento. Esto aportará a la gestión de personas, buscando siempre el mejor desempeño y la mejora continua en los resultados estratégicos de la organización. También, nos permite obtener datos que impulsan los resultados del negocio. Con esta estrategia, obtendremos tendencias y conclusiones a partir del análisis de los datos, que son de gran importancia para tomar decisiones basadas en evidencia.